sábado, 21 de mayo de 2016

Realidad Socio-económica en Guatemala

Siempre nos hemos preguntado realmente por qué la educación en Guatemala no mejora, pues la respuesta se debe a varios factores entre los cuales podemos mencionar la realidad socio-económica que se vive dentro de nuestro país.


El creciente empobrecimiento de la gran mayoría de la población, cuya causa radica esencialmente en el modelo socio-económico marcadamente neoliberal que privilegia los intereses de los empresarios y de las compañías multinacionales.

Las cifras sobre la situación de la niñez guatemalteca están contenidas en un compendio estadístico denominado “La niñez guatemalteca en cifras“, elaborado por la oficina de la Unicef, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que fue presentado el 2 de abril.



Según esas estadísticas, el 50% de los 13,3 millones de guatemaltecos son niños y adolescentes de cero a 17 años de edad, el 63,9 por ciento vive en condiciones de pobreza, y el 19,2 en pobreza extrema, siendo los indígenas (el 82,4 por ciento) los más afectados.
El objetivo de este compendio estadístico, es que estas cifras puedan tener un impacto positivo en la definición de políticas públicas orientadas al incremento de cobertura al mejoramiento de los servicios sociales.
Según el funcionario de la ONU, a pesar de los esfuerzos que realiza el actual Gobierno para luchar con éstas y otras situaciones, el país ha perdido mucho tiempo y se encuentra muy lejos del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, referentes a la reducción a la mitad del hambre y la pobreza extrema para 2015, así como a la educación para todos.


Esta es la cruda realidad de nuestro país en donde la pobreza ya no es un estado económico sino se ha convertido en un estilo de vida.

Queremos un país con educación de calidad cuando los recursos para lograrla son demasiados bajos en donde predomina el sueldo de los gobernantes sobre la necesidad educativa que tiene el pueblo.

"Es más fácil gobernar a un pueblo ignorante, que a un pueblo de profesionales." 
Se estima que 657.233 niños y niñas no asisten a la escuela primaria, correspondiendo al 26% de la población total entre los 7 y los 14 años de edad.
Cada año 204.593 niños y niñas abandonan la escuela (12% de matriculados).
A pesar de los rezagos de Guatemala en materia de educación, es uno de los países que menos invierte en esta importante área. El gasto en educación como porcentaje del Producto Interno Bruto, PIB, de Guatemala es de aproximadamente 2,4%, en comparación al 4,4% del promedio en América Latina. 

¿Cuál es el costo de no invertir en educación?

Existe una correlación inconfundible entre la educación de la mujer y las tasas de mortalidad de sus futuros hijos, especialmente la mortalidad infantil.
Para producir un egresado de escuela primaria, los países de bajos ingresos gastan, en promedio, recursos equivalentes a cuatro años de enseñanza más de lo que gastarían si ningún niño repitiera grados o abandonara la escuela.
El poder adquisitivo de un jefe o jefa de hogar con educación primaria es un 19,5% más que el de aquellos que no han concluido la educación primaria.
Las personas que han recibido menos estudios, son más vulnerables al desempleo y sus consecuencias socio-económicas.
Más del 25% de las personas que actualmente no tienen trabajo no han completado la secundaria y sólo el 2,5% de los que terminaron sus estudios superiores están desempleados.




¿Cuál es el impacto positivo de invertir en educación?

Por cada US$1 invertido en educación preescolar, la sociedad recibe US$7,16.
Cada año de educación escolar representa un incremento salarial del 6%.
Un aumento de 10 puntos porcentuales en la matriculación de las niñas en la enseñanza primaria puede contribuir a reducir la mortalidad de sus futuros hijos lactantes en 4,1 muertes por cada 1.000.